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Celebrado en Albacete, del 8 al 11 de 1983. Los estudios medievales albacetenses ofrecen al investigador grandes atractivos, ciertas ventajas, y no pocas sorpresas. Casi todo está por hacer. Cualquier tema es casi completamente inédito, y en muchos de ellos se encuentra motivo y apoyo documental para realizar interesantísimos trabajos. La provincia, injustamente convencida de su insignificancia en el pasado por obra de una lamentable propaganda que, hasta tiempos no muy lejanos., ha difundido la absurda especie de que "Albacete no tiene Historia': se asombra así propia, y admira a otras, con la riqueza de los pequeños retazos de la misma que van saliendo a la luz. No obstante, todavía son muchas las dificultades e inconvenientes que aguardan al estudioso en su tarea. Marginada de las grandes líneas de la investigación por su lejanía respecto a los centros universitarios,· y también, hasta ahora, de toda ayuda materia, incluso de facilidades oficiales,· las escasas personas que se han acercado a la Historia de nuestra tierra han tenido que luchar contra una falta casi absoluta de bibliografía científica, contra un ambiente de incomprensión y soledad, y contra el problema adicional de unos archivos municipales saqueados o muy desordenados, que han hecho su labor mucho más complicada.
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