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Desde el punto de vista filológico, histórico y geográfico, no cabe duda alguna de que el nombre de Al-Basit, que se puede encontrar ya desde el siglo X en las fuentes escritas de Al-Andalus, procede de los tiempos de la dominación islámica, y parece evidente que el lugar y el paisaje al que hace referencia justifica muy bien la asociación con las ideas de extensión y llanura, y puede que también con la de espacio cómodo y de facilidad para una vida en paz, sobre todo en un tiempo en el que la montaña se vincula a la idea de existencia rebelde y azarosa.
Pero la explicación, a nuestro juicio, aún no es suficiente, y deja planteados varios interrogantes sobre las circunstancias en que nace ese Albacete islámico.
Son sólo algunas de las incógnitas que iremos planteado en las siguientes páginas: páginas que, como es fácil de comprender, dado el estado actual de nuestra arqueología medieval y la escasez de fuentes escritas al respecto, contienen más preguntas que respuestas y muchas más hipótesis, a veces divergentes y con varias salidas enfrentadas, que aseveraciones categóricas.
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