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El territorio de la provincia de Albacete está surcado por numerosos arroyos y ríos. Por esta razón y a excepción de la llanura central, la provincia de Albacete es bastante rica en cursos fluviales. Dichas riberas se concentran en la periferia montañosa de la provincia, precisamente allí donde existe la menor densidad de población,
motivos por los cuales los sotos y riberas de Albacete, se pueden considerar globalmente como de los mejor conservados de todo el Sureste Ibérico.
Esta situación no es uniforme en todo el ámbito provincial, existiendo muchos enclaves de alto valor ambiental en toda la cuenca alta del Segura,
Tus y Mundo, también en los cañones del Cabriel y Júcar y en sentido contrario riberas muy degradadas en partes bajas del Segura y Júcar, así como en la mayoría de los pequeños arroyos pertenecientes a las cuencas del Guadiana (a excepción de las propias lagunas de Ruidera) y del Guadalquivir, principalmente por efecto de la sobreexplotación ganadera (zona del Guadalmena), agrícola (frutales, arrozales) o forestal (cultivos de chopos) de las márgenes.
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